Hace algunos días, mientras organizaba el cuarto de San Alejo encontré un trabajo que escribí para la materia de ética hace ocho años. El título de éste era «Filosofía personal de la vida», y de él me acordé especialmente por una afirmación que escribí. Así pensaba en esa época:
«… discrepo en la creencia general de que la amistad existe como tal […] solo existe cuando estamos bien y con algo que el otro necesite, pero cuando cae uno en desgracia y necesita ayuda, las amistades se pierden. En teoría la amistad es apoyo, cooperación, consejos, soporte, compañerismo, ¿cuándo ve uno todo eso en un amigo hoy en día?…»
Mi profesora me contestó lo siguiente:
«Siempre hay necesidad de amigos, por más decepciones que se tengan. No hay que perder la ilusión de poder encontrar un amigo. La amistad es algo que uno también crea».
Afortunadamente la vida se encargó de darle razón a mi profesora… los amigos, esas personas que están al lado de uno para brindarle apoyo en esos momentos difíciles y por supuesto en los buenos momentos. Es verdad, son pocos, pero existen y están allí cuando se necesitan. Amig@s, ¡gracias por existir!
– Andrés M.
PD. Esta es un post que tenía en el tintero desde hacía más de un mes y no lo había terminado por razones de tiempo… por motivos laborales (y ayudando a una amiga con su proyecto de grado) había estado un poco ausente de estos lares, pero espero tener material para escribir más a menudo. Gracias por visitar este humilde blogcito 🙂
