Y bueh… llegó y pasó diciembre, mes de parranda y animación… y de los consabidos análisis y resúmenes de fin de año: qué se hizo, qué quedó faltando, qué va para los propósitos del año siguiente, en fin. Cuando me puse a pensar en el año que estaba terminando, por un momento me sentí como el de la foto de arriba (aunque ni sé qué tipo de pan soy jaja)… no sé, sentía que el año había pasado en vano y que no había hecho nada importante 🙁 La verdad no soy muy de propósitos o resoluciones de año nuevo (si mucho no pasó de 1920×1080), pero al principio sí quería hacer dos cosas al menos: seguir estudiando (aunque ya no algo tan formal como una maestría, pero sí un diplomado o un curso) y salir a vacaciones… la ñapa hubiese sido terminar acompañado el año 😛
Después de meditarlo un rato y entendiendo porqué no hice lo que tenía planeado (sí hice algunas capacitaciones de crecimiento personal y profesional -¡gracias Icesi!-, pero la que quería no la abrieron; en cuanto a las vacaciones, no creí conveniente salir este año por algunas razones laborales), me di cuenta que el año pasado no pasó en blanco:
- Trabajé en la «vena culinaria» que descubrí y que heredé de mi mamá, haciendo comidas y postres. Es una actividad que disfruto bastante y bueno, creo que no se me da tan mal. Mi graduación, hacer ravioli desde cero para el día de la madre y un cerdo al horno con salsa de vino para el aniversario de mis padres 🙂
- Las capacitaciones de crecimiento que mencioné antes me sirvieron para trabajar en algunos temas, en los que he estado trabajando poco a poco pero avanzando.
- Me atreví de nuevo a salir con alguien después de muchos años, y aunque las cosas no se dieron, quedaron buenos recuerdos.
- Haber conocido nuevas personas que de una u otra manera me han aportado a nivel personal y profesional.
- Retomé el blog jaja, el cual ha sobrevivido dos hackeos 🙁
Y por supuesto, agradecer a Dios por otro año que tengo mi familia y mi trabajo 🙂
Creo que hay que más que sentirse mal porque no salieron muchas cosas, hay que agradecer por las que sí salieron, por pequeñas que sean. Lo bueno es que llega otro año lleno de oportunidades, y bueno, nunca es tarde para hacer lo que se quiere.
En fin, para los que pasan por aquí, gracias por leerme y dejar su rayón, así suene muy de la década pasada jeje. Saludos!
– Andrés M.