- No se hubiese creado aquel grupo en WhatsApp (que permitió tener tu número)
- No hubiese pasado aquel temblor (la excusa perfecta para hablarte)
- No tuviésemos en común el gusto por la cocina (la excusa perfecta para seguirte escribiendo)
- No hubieses podido viajar o asistir ese día (cuando empezó lo mejor de diciembre)
- No me hubieses dicho esas palabras por el chat (ese «leap of faith» que encontró eco)
But everything happens for a reason, and always at the right time. E ora ringrazio Dio per tutto ciò che ho vissuto con te.
Y sí, eres la respuesta 🙂 «Mucho, muy, bastante».
– Andrés M.