Hola a tod@s,
El sábado pasado terminó una semana que trajo muchas buenas nuevas a todos, como el nacimiento de la hija de Liliana (Sofía) y de Wilson (Ivanna), la primera mi jefa y el segundo el encargado de soporte de aplicaciones de la oficina; me anunciaron un aumento salarial (yupi!), el curso que estoy tomando en la Autónoma va viento en popa y bueno, hay mucho trabajo en la oficina pero ahí vamos 😛
El día de ayer fui a ver una película con mi hermana en Palmetto, aprovechando que andaba por allá haciendo unas compras; después de observar la parrilla de películas nos decidimos por Click, protagonizada por Adam Sandler. Básicamente la historia gira en torno a que el protagonista obtiene un control remoto «universal» que le permite controlar no sólo su TV sino su vida entera. Aparte del hecho de ver a Sandler en un papel que va más allá de su tradicional comedia (y que de hecho lo hace bien… bueno, digo yo :P), me dejó pensando un tema que se toca en la película: ser un «adicto al trabajo».
En profesiones como la nuestra, uno corre el riesgo de que el trabajo te absorba de tal manera que vas perdiendo paulatinamente tu vida social. Que un sistema crítico de la empresa se cayó a las 3 AM… mijo, vístase y vaya a arreglarlo… que un proyecto que se debió entregar hace un mes aún no termina, desvélese y busque la manera de hacer rendir el tiempo y el presupuesto con el que cuenta… en fin, ya me habrán entendido. La verdad me asustó el que yo pueda llegarme a convertir en una persona como el protagonista de la película, que contaba con muy poco tiempo para compartir con su familia, y los pocos momentos de descanso que tenía, debía sacrificarlos por los múltiples compromisos laborales que tenía. Me aterra pensar tener un trabajo que no me permita compartir esos momentos especiales con mi esposa o mis hijos… aplazar las vacaciones por tener que entregar un proyecto urgente, en fin…
No sé, la verdad pensar en eso me dejó muy preocupado. Eso sí, la enseñanza que (me) deja la película es clara: la familia es lo primero, o como dice mi hermana, «primero fue lunes que martes». Les recomiendo la película, es muy buena. Ojalá no nos toque vivir lo que vivió Michael Newman.
– Andrés M.
PD. Lástima no haber podido redactar mejor el post… pero bueno, ya me perdonarán lo malo 😉